¿Qué es la microbiota?

Resumen

• ¿De qué va todo esto?
• ¿Para qué lo necesitas?
• ¿Cómo puedo cuidar de él?

Detrás de este nombre extraño se esconde un complejo sistema de bacterias útiles que viven en nuestros intestinos. Más allá de la digestión de los alimentos, la Microbiota podría ser una clave en la lucha contra la obesidad.

¿De qué va todo esto?

No podemos verlo ni sentirlo, pero es esencial para nuestro bienestar. Desde un punto de vista técnico, una Microbiota es una variedad de microorganismos que coexisten en un mismo lugar o espacio. De quien estamos hablando aquí vive en nuestro microbioma, dentro de nuestro sistema digestivo. Estos organismos son responsables de la digestión y el procesamiento de los alimentos que ingerimos, pero también tienen una amplia influencia en una serie de factores que pueden afectar a nuestro peso.

¿Para qué lo necesitas?

• Según varios estudios, nuestra microbiota puede influir no solo en nuestra digestión sino también en nuestro sistema inmunológico, nuestro sueño y nuestro estado psicológico. Como descubrirá en numerosos estudios disponibles en esta plataforma, factores como el sueño y las emociones son clave en nuestra tendencia o no a la obesidad
• Pero es un círculo vicioso: la Microbiota necesita una dieta sana para funcionar correctamente. Cuantos más alimentos procesados y ultra procesados se consumen, menos rica y activa es la Microbiota. Si es menos activo, la calidad de nuestro sueño y nuestras emociones se verán afectadas. Como demuestran estos estudios, un individuo con problemas de sueño y un estado emocional negativo tendrá más tendencia a recurrir a alimentos ultra procesados para buscar consuelo, continuando así a dañar su Microbiota.

¿Cómo puedo cuidar de él?

• Hay algunas reglas simples a seguir para tener una Microbiota saludable. En primer lugar, seguir una dieta equilibrada, pobre en alimentos ultraprocesados. Comer frutas y verduras frescas, legumbres secas y cereales, completos si es posible. Apuntar a alimentos con los colores naturales más variados posibles. Evitar el exceso de azúcar o alcohol, que pueden dañar la Microbiota.

• Los alimentos ricos en pre- y probióticos también pueden estimular las bacterias buenas presentes en la Microbiota. Los probióticos se encuentran en cebollas, ajos, plátanos, batatas y otras verduras de raíz, mientras que los probióticos se encuentran en alimentos naturalmente fermentados como el yogur o verduras con sal.

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